COMO UN MINUTO PUEDE
AMARGAR UN FIN DE SEMANA
1-1 en Mestalla, tras conseguir el gol con uno
menos y aguantar hasta el final sin que el Valencia creara ocasiones. 36
puntos, pero sobre todo un punto de inflexión tras varios partidos malos.
Empate en un gran estadio, ante un gran equipo que puede hacer retomar el vuelo
y coger confianza al equipo de Djukic. Y cuando tenía casi hecha la crónica del
partido...
Lo que es el deporte. Todos aquellos que
seguimos apasionadamente a un equipo sabemos lo que supone una última jugada,
tanto para bien como para mal. Esa última jugada que consigue alegrarte en un
día malo o entristecerte el mejor de los fines de semana. En Valladolid hemos
tenido de todo. Grandes explosiones de júbilo como aquel gol de Sesma al
Almería, el de Óscar con el corazón a Las Palmas o el de Manucho en Coruña.
Pero también hemos tenido sinsabores como los goles en propia puerta de Manucho
en Zorrilla contra el Hércules o el de Rukavina, este año, en el campo del
Levante. El último en sumarse a esta lista es el de Jonás de ayer.
El Valladolid estaba empatando de manera épica
en Mestalla, tras haberse adelantado el Valencia y la expulsión de Sereno, Dani
Hernández dio un motivo para seguirlo intentando parando el penalti a Soldado.
Óscar lo refrendó con un golazo a pase de Rukavina que ponía las tablas en el
marcador a falta de 20 minutos para el final. En esos 20 minutos el Valladolid
se mostró muy serio en defensa sin conceder oportunidades al Valencia. Todo
hacía indicar que el Valladolid arañaría un punto de Mestalla.
A falta de 1 minuto Balenciaga, una vez más
cabalgó la banda izquierda como escuchando gritar a los aficionados pucelanos:
“al córner, al córner”. Allí se topó con Joao Pereira que mandó el balón a
saque de banda. Sin embargo, Balenciaga se giró y Ramí se apresuró a sacar. El
árbitro se desentendió de la jugada perjudicando gravemente al Valladolid. El
Valencia mandó el balón a la derecha sin oposición pucelana para que el centro
de Viera lo rematará Jonás a la red de Dani Hernández. Un minuto consiguió
amargar el fin de semana a miles de pucelanos que veían el partido desde sus
casas. Una jugada desgraciada y Hernández Hernández, por supuesto.
Más allá del resultado y de esa fatídica jugada
el partido dejó ver las carencias y virtudes del planteamiento de Djukic. El
primer acierto fue en la portería. Dani Hernández devolvió la confianza al
entrenador convirtiéndose en el mejor del partido. En el centro del campo Rueda
no mejoró a Sastre ni a Baraja. Quizá no fuera el partido propicio para valorar
las capacidades del extremeño en esa posición, pero ante la baja de Sereno y la
vuelta de Víctor Pérez, quizá tardemos en verle como mediocentro de nuevo.
La revolución llegó en las posiciones de ataque.
Omar entrando por la derecha, Óscar por la izquierda y Larsson y Manucho en
punta. Omar se movió bien, intercambiando posiciones y tuva la ocasión más
clara con un remate que sacó esplendidamente Guaita. A Omar le falta gol y
quizá sea eso lo que le resta confianza. Óscar estuvo una vez más desastroso.
Perdido en la banda izquierda, continuamente yendose al centro para intentar
contactar más con el balón, pero siempre sin éxito. Su mejor versión llegó tras
la expulsión consiguiendo el gol del empate.
En punta actuaron Larsson y Manucho. El sueco
hizo una buena primera parte, pero al igual que Omar, sigue adoleciendo de
falta de gol. Manucho luchó como cada día, incluso estuvo a punto de sorprender
a Guaita con un gran lanzamiento lejano que el valenciano atajó con apuros. Al
final acabó reventado y sustituído por Guerra, que en la actualidad no está ni
para jugar los minutos de la basura.
A pesar de todo hay que quedarse con la parte
positiva del encuentro. El Valladolid, por fases, mostró una buena imagen.
Quizá lo mejor fue la salida del segundo tiempo que fue truncada por el penati
y la expulsión. Quien sabe lo que habría pasado de no producirse la pérdida de
Rueda en esa jugada. Yo soy de la opinión de que el Valladolid tenía el partido
en su mano y podría haber plantado cara perfectamente, llegando incluso a ganar
el partido.
Pero las cosas son como son. El Valladolid jugó
con 10, logró empatar, y tras 1 minuto fatídico, error arbitral incluído, nos
fuimos a la cama amargados. Sólo cabe esperar que ese mazazo que también
recibieron nuestros jugadores no les pase factura el sábado. Esta temporada se
empieza a parecer sospechosamente a la 2008-2009 en la que nos salvamos en la
última jorndada en el Villamarín. Este año es Son Moix y esperemos no tener que
fletar el “charter de la permanencia”.
LO MEJOR:
-
Gran partido de Dani Hernández con paradas de mucho
mérito, penalti incluído.
-
El equipo supo sobreponerse al gol en contra y a la
expulsión.
-
A pesar de su mal partido Óscar recupera el olfato
goleador.
-
Todos los equipos de abajo perdieron, a excepción del
Depor.
LO PEOR:
-
Derrota psicológica que puede dejar tocado al equipo.
-
Si no son Manucho u Óscar los demás parece imposible
que marquen gol.
-
Hernández Hernández nos chuleó.
Alineaciones:
Valencia: Guaita; Joao Pereira,
Rami, Mathieu, Guardado; Parejo, Tino Costa (Banega min 75); Feghouli (Valdez
min 83), Canales (Viera min 72), Jonás; Soldado
Real Valladolid: Dani; Rukavina,
Valiente, Sereno, Balenciaga; Rueda (Sastre min 77), Rubio; Larsson (Rama min
75), Óscar, Omar (Sastre min 62); Manucho (Guerra min 89)
Goles:
1-0 Balenciaga (p.p)
1-1 Óscar
2-1 Jonas
Árbitro:
Hernández Hernández.
Amonestó por el Valencia a Parejo y Jonás y por el Valladolid a Sereno con
doble amarilla.
por @AlbertoSelby
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