miércoles, 22 de julio de 2020

DEBATE FINAL 19/20

IDZ: EL DEBATE



Esta temporada se ha generado un debate en torno al juego del Pucela y el manido "algo más". En esta ocasión contamos con @AlbertoSelby y @supersetting para debatir sobre ello y valorar el posible "salto de calidad".


@AlbertoSelby

No seré yo el que ponga en duda (una vez más) a Sergio González. Si el Real Valladolid está donde está es, sobre todo, gracias a él. Pero esta temporada yo me he aburrido. Ya he dicho alguna vez que la temporada 2018/2019 es una de las más apasionantes que recuerdo. La falta de recursos y el VAR, hicieron de la permanencia una hazaña épica. Pero, si bien es cierto que esta temporada comenzaba con la misma premisa, y que la salvación se ha conseguido de manera más holgada (un poquito), el juego del equipo en algunas fases, sobre todo tras el parón, ha sido rácano en exceso.

@supersetting

Un dato para empezar: mejor clasificación en Primera de los últimos 18 años, y por aquel entonces, con un Pepe Moré de entrenador. Recuerdo perfectamente esa época en la que lo más repetido era la palabra aburrimiento. Las temporadas terminaban sin sufrimiento, pero también sin emoción. Clasificaciones en la parte fría de la tabla, sin aspiraciones y lejano aquel Europucela de Cantatore.
Dos temporadas más tarde, cuando se buscó un “salto de calidad” y evitar el conformismo, dimos con nuestros huesos en el más absoluto infierno de Segunda, y desde entonces, hemos pasado años sin pena ni gloria, añorando la estabilidad en Primera. Hemos tenido que sufrir derrotas dolorosas en Xerez, Pontevedra, Miranda o ascensos en Alcorcón sobre una grada supletoria, para darnos cuenta que MUY POCOS saben lo que es saborear la Primera. Lo difícil que es llegar, lo dificilísimo que es mantenerse, y lo fácil que es caer de nuevo a ese pozo. 
Vayamos paso a paso, firme y seguro, aprendamos del pasado, y disfrutemos lo que tenemos, ya que, de centenares de clubes en el fútbol español, sólo 20 disfrutan de Primera.


@AlbertoSelby

Oye Mario, que yo también he comido las gachas de la Segunda y he viajado a Guadalajara, Alcorcón o Anduva, y también valoro cada día que pasamos en la élite, pero lo cortés no quita lo valiente. Y nunca mejor dicho.
No creo que la situación sea comparable con aquel cambio en el banquillo de Moré por el ínclito Fernando Vázquez. Por aquellas, el Pucela llevaba 10 años en Primera y es entendible que la gente pidiera “algo más”, viendo como el equipo se dejaba llevar en las últimas jornadas de liga teniendo quizá posibilidades europeas. Ahora ese “algo más” es diferente. Simplemente se le pido al equipo de Sergio que no nos haga arrepentirnos de pagar por ver un espectáculo, que no es tal.
Claro que quiero sumar puntos y conseguir la salvación, incluso te compro que, tras el parón y con todos los condicionantes (inactividad, calor, exceso de partidos), Sergio haya jugado para empatar y sumar los 42, pero a la larga quiero entretenerme y, como bien dijo Cantatore “solo se divierte el que gana”, no el que empata.

@supersetting

En la victoria está la diversión, esa es la cuestión. ¿Qué es buen fútbol? ¿Es mejor jugar “a lo loco” o un fútbol más táctico? Con Sampedro no había un partido aburrido, pero la gloria la alcanzamos con Sergio.
Y es que, querido amigo, ya que me citas a Cantatore, pocos entrenadores se adaptan mejor a sus plantillas. Con él pudimos ver un fútbol más resultadista, con esa defensa de 5 que paró la sangría de Benítez, y un fútbol más preciosista con el que llegamos a Europa.
Sergio también sabe adaptarse a los mimbres que le den. Y ahí está el problema de esta temporada: se vendió un salto de calidad tras la eliminación de la deuda, y el resultado fue una plantilla calcada a la anterior.
Estoy convencido de que con mimbres Sergio nos dará más alegrías. De momento parece que va a ser así, veremos en qué queda.

@AlbertoSelby

¿Sampedro? ¿Benítez? No me líes anda. No seré yo el que pida ese fútbol masoquista. Yo quiero a Sergio González, pero al valiente. Sabemos que existe, pero esta temporada no le hemos visto. Mírate el partido de Leganés, que como ese ha habido varios. Tres puntos de oro, pero un partido que estuvimos a punto de regalar. Ni un contragolpe, ni una ocasión a balón parado. Nada de nada. Eso es jugar con fuego, gracias que no nos quemamos.
¿Mimbres? Esta temporada algo más tenía, pero hemos visto incluso peor fútbol. El tiempo nos dirá si era una cuestión de jugadores, y los Sandro, Porro o de Frutos son malos, o más bien de sistema.
Ojalá el club haga una inversión coherente que suponga una mejora de la plantilla, y Sergio sepa adaptarse y no tener que tirar de nuevo de la vieja guardia. Al final somos una afición conformista y con poquito más que se ofrezca, unido a la habitual garra, la estabilidad durará muchos años.

@supersetting

Visto el juego de Sergio en Segunda, y viendo el juego en Primera, tengo claro que Sergio juega a lo que puede con las armas que tiene. Vista esta temporada, los mejores partidos del equipo coinciden con derrotas. Estoy convencido que con herramientas se hubiera visto otra cosa, pero se antepone (como es lógico) la permanencia por encima de todo lo demás.
No es casualidad cuando hemos visto como periodistas deportivos de todo el territorio español han alabado ese juego.
Por equipo, por presupuesto éramos carne de cañón y no hemos sufrido en toda la temporada.
Los jugadores comprometidos han cumplido, un Sergio muy profesional ha cumplido, ahora sólo falta que lo haga el club con ese supuesto salto de calidad y presupuesto, y se arme un equipo para optar en puntos y juego a más tardes de gloria.

martes, 14 de julio de 2020

RELATO CUATRO PICAS: HISTORIA DE VIDA


HISTORIA DE VIDA

A Miguel siempre le había gustado el trabajo con personas mayores, y tras 4 años estudiando trabajo social, un Máster, muchas horas de becario y varios empleos poco gratificantes para pagarse el alquiler, le había llegado una buena oportunidad con un puesto de trabajador social en la residencia “la Ribera” de su ciudad natal, Valladolid.

Sólo pudo desayunar ilusión y nervios, y con un cosquilleo en el vacío estómago, arrancó su Renault 5 camino de la que podría ser su segunda casa a partir de ahora. Bueno, la tercera, su segunda casa siempre será Zorrilla.

Al llegar a la residencia preguntó por Irene, la directora, que le recibió en su despacho. Poco duró en esa estancia ya que inmediatamente le invitó a ver las instalaciones y conocer a sus nuevos compañeros y, por supuesto, a los residentes.

Miguel estaba encantado con la visita, el centro era maravilloso y las compañeras parecían muy agradables. Además, conoció a Rafaela, Benigno, Emilia y muchos más residentes, aunque le llamó la atención un señor en concreto. La gente le llamaba Vicente, pero Miguel sabía que se debía dirigir a él como Don Vicente.

¿Le conoces? – preguntó Irene.

Bueno, alguna alegría que otra me ha dado en el pasado – contestó Miguel con media sonrisa.

Tras sus primeros días en la residencia, Miguel propuso empezar a trabajar las historias de vida de los residentes. Según había aprendido en el Máster, debía mantener charlas con las personas para construir junto a ellas un relato de su vida, que se utilizaría como instrumento para favorecer la atención personalizada. Evidentemente, el primer elegido fue Don Vicente.

Miguel se sentó en el sillón junto a Don Vicente. Era la primera vez que lo hacía desde que había llegado a la residencia. Un ídolo impone en cualquier circunstancia. Sin embargo, Miguel detectó enseguida que Don Vicente no estaba solo, le acompañaba ese maldito alemán llamado Alzheimer. Así, Miguel no consiguió de Don Vicente nada más que un gesto de aprobación ante su saludo e inmediatamente un giro de cabeza hacia ninguna parte.

Los días pasaban y la frustración iba en aumento. Pero un día, repasando las pautas para elaborar la historia de vida, recordó que era esencial la colaboración del entorno para los casos de personas con demencia. El entorno ayudaría a completar su historia a través de recuerdos de lo vivido.

¿Recuerdos de lo vivido? – exclamó en voz alta.

Miguel salió corriendo del despacho y se dirigió al sillón que habitualmente ocupaba Don Vicente y en el que tantas veces había intentado conversar con él. Con el cariño que le caracterizaba le pidió que le acompañara. Don Vicente le miró y, reconociendo una cara amable, se puso en pie y siguió a Miguel hasta su despacho.  

Con ambos frente al ordenador, Miguel abrió Youtube y tecleó en el buscador: “Oviedo Valladolid 3-8”. Un Carlos Tartiere borroso apareció en la pantalla y los goles empezaron a caer en ambas porterías. Con cada gol de Peternac se dibujaba una sonrisa en la cara de Don Vicente. Tras cinco minutos de vídeo, una pequeña lágrima se derramó por la mejilla de Don Vicente que se giró hacia Miguel y le dijo:

Pibe, nos costó mucho, pero al final lo conseguimos.

Al día siguiente Miguel abrió el expediente y comenzó la historia de vida.

Nombre: Don Vicente Cantatore Socci




@Albertoselby