lunes, 27 de mayo de 2013

CRÓNICA REAL VALLADOLID – CELTA DE VIGO (0-2) por Alberto Cifuentes



EL VALLADOLID SE COGIÓ UN MOSCOSO 

 

 


El Valladolid ya tiene pedidas las vacaciones para el día 2 de Junio, pero en vista de que el objetivo ya está cumplido ha decidido ampliarlas con algunos días moscosos. El primero lo cogió para el partido del Nou Camp y el segundo para recibir al Celta. Tendremos que esperar a Mallorca para ver si el equipo también ha cogido ese día libre.
  Y claro, el que no se podía permitir no trabajar ese día era el Celta de Vigo, así que el resultado estaba claro. Y eso que, a diferencia del Depor de hace quince días, el Celta no empezó apretando, no parecía que se jugaran la vida en este partido. Con Ebert moviéndose por toda la zona de ataque, Manucho
bajando balones y los laterales incorporándose, el equipo no empezó mal, pero todas las acciones iban a cámara lenta. Desde el banquillo, alguien debió decir a los jugadores celtiñas que el empate les enviaba a Segunda y empezaron a dominar más el juego sin muchos alardes. Así consiguieron adelantarse en el marcador por medio de Cabral tras un corner botado por Kron-Dehli.
Cabía pensar que el 0-1 haría reaccionar al Valladolid, pero la lesión de Javi Varás en un choque con Larsson la frenó en seco. Después Manucho y Óscar se encargaron de hacer internacional a Rubén, un chico de 17 años que debutaba en la portería del Celta. Quizá se veían ya con un mojito en la playa y no en el estadio José Zorrilla.
Ya en la segunda parte y tras una pérdida de balón de Víctor Pérez, el árbitro se inventó un penalti, Aspas anotó el 0-2 y el partido quedó visto para sentencia. La lesión de Sereno hizo que Djukic diera entrada a Rueda y nos quedáramos con las ganas de ver en acción a Lolo. Lo que vimos fue la tímida reacción del equipo en busca del empate a una velocidad vertiginosa si lo comparamos con un partido de solteros contra casados. Así el partido llegó al final con la victoria del Celta y la desilusión de los aficionados que clamaban venganza por las afrentas del pasado del equipo vigués.
Muchos socios salieron ayer del estadio decepcionados, ya no porque la derrota fuera ante el Celta, sino por la imagen ofrecida por el equipo desde que se consumó la salvación. Sin embargo, este es el momento de valorar al equipo por el conjunto de la temporada y en este caso podremos tener dos visiones opuestas.
Por un lado una visión positiva. El Valladolid era un recién ascendido, inmerso en concurso de acreedores, que realizó una serie de fichajes desconocidos a coste 0, con una plantilla muy corta, lastrada por las lesiones y demasidos jugadores debutantes en la categoría. Y a pesar de todo esto ha conseguido mantenerse un año más en Primera a tres jornadas para acabar la liga, dando la cara en cada partido, llegando a hacer un juego vistoso en ocasiones.
Por otro lado, la visión negativa dice que el nivel de la Primera división este año ha sido nefasto, habrá equipos que se salven con 38 puntos. Además el equipo ha dado síntomas de relajación en muchos momentos de la temporada cuando quizá podría haber luchado por cotas más altas. Es cierto que la plantilla era corta, pero en ningún momento se han utilizado jugadores de la cantera. En cuanto a puntuación se va a finalizar la temporada con una puntuación similar a la que se obtuvo los 2 años que Mendilibar salvó al equipo in-extremis.
Cada uno elegirá la versión que más le convenza, pero lo que está claro es que ha sido un año tranquilo, en el que la jornada que estuvimos más cerca del descenso fue la primera. No será una temporada recordada en los anales de la historia blanquivioleta, pero tras 5 años seguidos con finales de infarto la afición ya merecía ver el sufrimiento a distancia. Ahora sólo quedan desvelar las incognitas de las despedidas. Ayer fue notoria la de Ebert que lo hizo aplaudiendo a todo el estadio. Jaime hizo lo propio quizá dando a entender que su renovación no se hará efectiva. Y queda por saber qué pasará con Djukic, aunque parece que todos lo tenemos claro él prefiere hacernos esperar.

LO MEJOR:
-         Pasar una “tarde de transistores” desde la tranquilidad.
-         La imagen ofrecida por Ebert y Jaime con su despedida de la afición.
    
LO PEOR:
-         La imagen de relajación del equipo.



Alineaciones:
Real Valladolid: Jaime; Rukavina, Valiente, Sereno (Rueda min 61), Peña; Álvaro Rubio (Sastre min 46), Víctor Pérez; Ebert, Óscar, Larsson (Bueno min 46); Manucho
Celta de Vigo: Javi Varas (Rubén Blanco min 45); Bellvís, Cabral, Túñez, Roberto Lago; Oubiña, Nacho Insa; Kron-Dehli, Alex López (Mandinda min 80), Augusto Fernández (Orellana min 63); Iago Aspas
Goles:
0-1 Cabral (min 27)
0-2 Aspas (p) (min 51)
Árbitro:
Estrada Fernández. Amonestó a Rubio, Larsson y Marc Valiente por el Valladolid y a Oubiña y Cabral por el Celta de Vigo.

por @AlbertoSelby