martes, 14 de julio de 2020

RELATO CUATRO PICAS: HISTORIA DE VIDA


HISTORIA DE VIDA

A Miguel siempre le había gustado el trabajo con personas mayores, y tras 4 años estudiando trabajo social, un Máster, muchas horas de becario y varios empleos poco gratificantes para pagarse el alquiler, le había llegado una buena oportunidad con un puesto de trabajador social en la residencia “la Ribera” de su ciudad natal, Valladolid.

Sólo pudo desayunar ilusión y nervios, y con un cosquilleo en el vacío estómago, arrancó su Renault 5 camino de la que podría ser su segunda casa a partir de ahora. Bueno, la tercera, su segunda casa siempre será Zorrilla.

Al llegar a la residencia preguntó por Irene, la directora, que le recibió en su despacho. Poco duró en esa estancia ya que inmediatamente le invitó a ver las instalaciones y conocer a sus nuevos compañeros y, por supuesto, a los residentes.

Miguel estaba encantado con la visita, el centro era maravilloso y las compañeras parecían muy agradables. Además, conoció a Rafaela, Benigno, Emilia y muchos más residentes, aunque le llamó la atención un señor en concreto. La gente le llamaba Vicente, pero Miguel sabía que se debía dirigir a él como Don Vicente.

¿Le conoces? – preguntó Irene.

Bueno, alguna alegría que otra me ha dado en el pasado – contestó Miguel con media sonrisa.

Tras sus primeros días en la residencia, Miguel propuso empezar a trabajar las historias de vida de los residentes. Según había aprendido en el Máster, debía mantener charlas con las personas para construir junto a ellas un relato de su vida, que se utilizaría como instrumento para favorecer la atención personalizada. Evidentemente, el primer elegido fue Don Vicente.

Miguel se sentó en el sillón junto a Don Vicente. Era la primera vez que lo hacía desde que había llegado a la residencia. Un ídolo impone en cualquier circunstancia. Sin embargo, Miguel detectó enseguida que Don Vicente no estaba solo, le acompañaba ese maldito alemán llamado Alzheimer. Así, Miguel no consiguió de Don Vicente nada más que un gesto de aprobación ante su saludo e inmediatamente un giro de cabeza hacia ninguna parte.

Los días pasaban y la frustración iba en aumento. Pero un día, repasando las pautas para elaborar la historia de vida, recordó que era esencial la colaboración del entorno para los casos de personas con demencia. El entorno ayudaría a completar su historia a través de recuerdos de lo vivido.

¿Recuerdos de lo vivido? – exclamó en voz alta.

Miguel salió corriendo del despacho y se dirigió al sillón que habitualmente ocupaba Don Vicente y en el que tantas veces había intentado conversar con él. Con el cariño que le caracterizaba le pidió que le acompañara. Don Vicente le miró y, reconociendo una cara amable, se puso en pie y siguió a Miguel hasta su despacho.  

Con ambos frente al ordenador, Miguel abrió Youtube y tecleó en el buscador: “Oviedo Valladolid 3-8”. Un Carlos Tartiere borroso apareció en la pantalla y los goles empezaron a caer en ambas porterías. Con cada gol de Peternac se dibujaba una sonrisa en la cara de Don Vicente. Tras cinco minutos de vídeo, una pequeña lágrima se derramó por la mejilla de Don Vicente que se giró hacia Miguel y le dijo:

Pibe, nos costó mucho, pero al final lo conseguimos.

Al día siguiente Miguel abrió el expediente y comenzó la historia de vida.

Nombre: Don Vicente Cantatore Socci




@Albertoselby

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