SÓLO DIEZ CONTENTOS
Al finalizar el encuentro en el Estadio de Gran Canaria sólo 10 personas podían afirmar que acabaron contentas. Nueve éramos los que nos desplazamos hasta allí, para celebrar la despedida de soltero de uno de los integrantes del "núcleo duro" de la afición pucelana. El décimo era Rubi, que con este empate (quizá) se despidió del ascenso directo. Nosotros nos fuimos con la alegría de haber celebrado el gol de Roger tras unos grandes días en la isla. Lo de Rubi no lo puedo explicar.
De nuevo el Pucela mostró una cara positiva pero que no sirvió para hacerse con los tres puntos, y eso que lo tuvo muy cerca, sobre todo con la ocasión errada por Roger que hubiera supuesto el 0-2. Otra vez, como ante el Sabadell, el equipo daba una buena imagen pero no era capaz de pasar del empate, eso sí, en uno de los estadios más complicados de la categoría. En este momento, con la clasificación de la mano, la victoria era indispensable.
Sin embargo Rubi (o los jugadores) parecieron conformarse con el punto, bajando los brazos tras el empate de Las Palmas. Significativa fue la jugada en la que el entrenador catalán pedía la hora con gestos ostensibles, como queriendo amarrar un puntito. Y añado también a los jugadores porque es evidente que los cambios que se hicieron fueron eminentemente atacantes, sin embargo queda claro que los Jeffren, Omar o Pereira no están en estos momentos en disposición de aportar el revulsivo necesario a este equipo, algo preocupante de cara a un posible playoff.
Sobre los titulares sólo me cabe la queja de la desaparición del 11 de Álvaro Rubio. Con él (casi siempre) jugamos mejor. Lo de Rueda es un experimento más. El resto del equipo estuvo en un nivel por debajo de lo normal, con Hernán y Varas destacando por encima del resto. En la parte atacante Roger parece que le ha dado un plus de intensidad, pero parece que cada uno haga la guerra por su cuenta.
Tras finalizar el partido, en conversaciones con aficionados canarios, curiosamente la tónica general era que nos veían como claros candidatos al ascenso, viéndose ellos relegados un año más a la Segunda División. Parece ser que esa visión tan negativa que tenemos en Valladolid no es lo que se transmite a los rivales, pero que hay demostrarlo sobre el cesped. El objetivo del ascenso directo está cada vez más complicado, máxime si cabe con la distancia que ha cogido el Betis (al que se le ha aparecido la Virgen de la Macarena en repetidas ocasiones), pero hay que darlo todo en el afán de conseguirlo, para que si no se consigue, llegar en la mejor dinámica al playoff.
De nuevo el Pucela mostró una cara positiva pero que no sirvió para hacerse con los tres puntos, y eso que lo tuvo muy cerca, sobre todo con la ocasión errada por Roger que hubiera supuesto el 0-2. Otra vez, como ante el Sabadell, el equipo daba una buena imagen pero no era capaz de pasar del empate, eso sí, en uno de los estadios más complicados de la categoría. En este momento, con la clasificación de la mano, la victoria era indispensable.
Sin embargo Rubi (o los jugadores) parecieron conformarse con el punto, bajando los brazos tras el empate de Las Palmas. Significativa fue la jugada en la que el entrenador catalán pedía la hora con gestos ostensibles, como queriendo amarrar un puntito. Y añado también a los jugadores porque es evidente que los cambios que se hicieron fueron eminentemente atacantes, sin embargo queda claro que los Jeffren, Omar o Pereira no están en estos momentos en disposición de aportar el revulsivo necesario a este equipo, algo preocupante de cara a un posible playoff.
Sobre los titulares sólo me cabe la queja de la desaparición del 11 de Álvaro Rubio. Con él (casi siempre) jugamos mejor. Lo de Rueda es un experimento más. El resto del equipo estuvo en un nivel por debajo de lo normal, con Hernán y Varas destacando por encima del resto. En la parte atacante Roger parece que le ha dado un plus de intensidad, pero parece que cada uno haga la guerra por su cuenta.
Tras finalizar el partido, en conversaciones con aficionados canarios, curiosamente la tónica general era que nos veían como claros candidatos al ascenso, viéndose ellos relegados un año más a la Segunda División. Parece ser que esa visión tan negativa que tenemos en Valladolid no es lo que se transmite a los rivales, pero que hay demostrarlo sobre el cesped. El objetivo del ascenso directo está cada vez más complicado, máxime si cabe con la distancia que ha cogido el Betis (al que se le ha aparecido la Virgen de la Macarena en repetidas ocasiones), pero hay que darlo todo en el afán de conseguirlo, para que si no se consigue, llegar en la mejor dinámica al playoff.
Valoraciones individuales:
- Javi Varas: Muy destacado un día más.
- Chica: ¿Le pasará algo?.
- Marc Valiente: Mucho trabajo bien resuelto.
- Samuel: Se ha asentado con Marc. La velocidad le mata.
- Peña: Las Palmas prefirió la otra banda.
- Timor: Siempre lucha.
- Rueda: Hizo lo que pudo y supo.
- Hernán: Como siempre el mejor.
- Óscar: Esta semana me cuesta criticarle mucho más que nunca, pero muy muy muy muy mal.
- Mojica: Lo intentó algo más que en anteriores partidos, pero no es el mismo del principio.
- Roger: Falló la ocasión clave, una pena.
- Roger: Falló la ocasión clave, una pena.
- Pereira: Nada.
- Jeffren: Nada de nada.
- Omar: Nada de nada de nada.
- Omar: Nada de nada de nada.
Por @AlbertoSelby
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