¿COLORÍN COLORADO?
Una semana más viví en el día de la marmota. Eran las 16:00 del domingo y me disponía a subir al estadio. Tras los resultados cosechados en Segunda División de nuevo me dirigía a Zorrilla con la ilusión de poder asaltar definitivamente los puestos de arriba. Todo estaba a nuestro favor (otra vez), pero esta vez el tortazo fue mayor. No es necesario que explique la decepción con la que llegué a casa, otra vez.
Pero para ser fieles a la verdad, la ilusión se cimentaba en una serie de partidos buenos en los que el equipo no encontraba el premio. Unas veces por la falta de puntería, otras por las decisiones arbitrales, pero en todas el Pucela había sido merecedor de algo más. A la notable mejoría experimentada con Portugal sólo le faltaba la guinda de las victorias y el partido ante el Huesca era propicio para reengancharse definitivamente.
Esta vez hubo una pizca de falta de puntería y otra pizca de errores arbitrales, pero la realidades que fue uno de los peores y más desesperantes partidos del Real Valladolid. El hecho de que Portugal agotara los tres cambios en el minuto 40 nos da la medida del desasosiego que se instaló ayer en Zorrilla. Del partido poco que decir, creo que será mejor olvidarlo.
¿Y ahora qué? Tras el esperpento de ayer, poca gente ya puede confiar en nada que no sea deambular por la Segunda División. Pero ojo los de "ya lo dije yo", quitando Girona, Mallorca y Huesca, la línea del equipo durante 2016 estaba siendo buena. Sin embargo ahora, y más con el calendario que viene, se hace necesario empezar a planificar la 16-17. Esa temporada del cambio de política que yo llevo esperando varios años. Cambio hacia una austeridad basada en la cantera. Ya es hora de que el club deje de dar tumbos cada verano con la llegada de 10 ó 15 jugadores nuevos y apueste por la casa, algo por otro lado indispensable para la viabilidad del club.
Y es que Suárez, a poco que nos ofrezcas nos vamos a ilusionar. En Valladolid somos así, nos ilusionamos con un lápiz. Ayer salimos todos muy cabreados, inundamos Twitter de quejas, protestas y lamentos, pero en cuanto saltan los blanquivioleta al campo los aplausos nos salen solos. Hoy, desde esta peña, se he emitido una carta al fiel seguidor que recomiendo a todos que leáis. No dudo que los fieles seguidores volveréis a estar ahí en agosto, pero, por favor Suárez, danos algo ilusionante de una vez. Que el "colorín colorado" no sea definitivo.
Más allá de la gran parada de Kepa al principio creo que no hubo nada más valorable.
Pero para ser fieles a la verdad, la ilusión se cimentaba en una serie de partidos buenos en los que el equipo no encontraba el premio. Unas veces por la falta de puntería, otras por las decisiones arbitrales, pero en todas el Pucela había sido merecedor de algo más. A la notable mejoría experimentada con Portugal sólo le faltaba la guinda de las victorias y el partido ante el Huesca era propicio para reengancharse definitivamente.
Esta vez hubo una pizca de falta de puntería y otra pizca de errores arbitrales, pero la realidades que fue uno de los peores y más desesperantes partidos del Real Valladolid. El hecho de que Portugal agotara los tres cambios en el minuto 40 nos da la medida del desasosiego que se instaló ayer en Zorrilla. Del partido poco que decir, creo que será mejor olvidarlo.
¿Y ahora qué? Tras el esperpento de ayer, poca gente ya puede confiar en nada que no sea deambular por la Segunda División. Pero ojo los de "ya lo dije yo", quitando Girona, Mallorca y Huesca, la línea del equipo durante 2016 estaba siendo buena. Sin embargo ahora, y más con el calendario que viene, se hace necesario empezar a planificar la 16-17. Esa temporada del cambio de política que yo llevo esperando varios años. Cambio hacia una austeridad basada en la cantera. Ya es hora de que el club deje de dar tumbos cada verano con la llegada de 10 ó 15 jugadores nuevos y apueste por la casa, algo por otro lado indispensable para la viabilidad del club.
Y es que Suárez, a poco que nos ofrezcas nos vamos a ilusionar. En Valladolid somos así, nos ilusionamos con un lápiz. Ayer salimos todos muy cabreados, inundamos Twitter de quejas, protestas y lamentos, pero en cuanto saltan los blanquivioleta al campo los aplausos nos salen solos. Hoy, desde esta peña, se he emitido una carta al fiel seguidor que recomiendo a todos que leáis. No dudo que los fieles seguidores volveréis a estar ahí en agosto, pero, por favor Suárez, danos algo ilusionante de una vez. Que el "colorín colorado" no sea definitivo.
Valoraciones individuales:
Más allá de la gran parada de Kepa al principio creo que no hubo nada más valorable.
Por @AlbertoSelby
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