DAD LA CARA
Pitaba el árbitro el final del partido ante el Albacete y al unísono la afición de Zorrilla pitaba a su equipo, tras una victoria que no parecía satisfacer al respetable. En ese instante, algunos hombres buenos comandados por Álvaro Rubio, se dirigían a la Grada de Animación para otorgar una mezcla de agradecimiento y disculpa por esta pésima temporada. Sólo algunos dieron la cara que no habían sabido dar durante el partido.
Y es que un día más el drama recorrió el Nuevo Estadio José Zorrilla. Atrás quedan esos días en los que acudíamos con la ilusión de engancharnos a los puestos de arriba para dar el estoque final a los puestos de ascenso. Esta vez, llegábamos al estadio para evitar el descenso a 2ªB (aún me cuesta decirlo), con la esperanza de que nuestros jugadores dieran la cara y nos brindaran una victoria que cerrara muchas de las heridas abiertas esta temporada. Nada más lejos de la realidad.
Quién sí estuvo muy por encima fue la afición. Bueno, parte de la afición. Inmensa labor de la Federación de Peñas que se vio recompensada con el premio a la mejor afición de Segunda. Destacable sobre todo en los tiempos que corren a orillas del Pisuerga. Y un día más, supieron dar la cara ante sus colores favoritos, animando desde dos horas antes de comenzar y durante todo el partido. Enhorabuena.
¿Y el equipo? Pues más de lo mismo. Nuevo bandazo de Alberto (en sólo tres jornadas) en busca del 11 que le convenza. Ante el Albacete le salvó la vieja guardia. Borja, Rubio y Óscar, que con Alberto en el banquillo, parecían pedir el regreso de García Calvo, Sisi, Víctor y Llorente para rememorar viejos grandes tiempos. Pero el Real Valladolid dista mucho de parecerse a aquel.
Lo mejor: el resultado. Dar carpetazo a una temporada nefasta y esperar el tan ansiado cambio de rumbo para la 16-17. Queda un mes de liga y todo el verano para reflexionar sobre los errores cometidos en ésta y anteriores temporadas, y aprender para no volver a cometerlos. Una continuidad de la política actual podría dar una estocada mortal a la, ya de por sí, maltrecha masa social. Señores del Real Valladolid, tomen nota. Dad la cara.
Y es que un día más el drama recorrió el Nuevo Estadio José Zorrilla. Atrás quedan esos días en los que acudíamos con la ilusión de engancharnos a los puestos de arriba para dar el estoque final a los puestos de ascenso. Esta vez, llegábamos al estadio para evitar el descenso a 2ªB (aún me cuesta decirlo), con la esperanza de que nuestros jugadores dieran la cara y nos brindaran una victoria que cerrara muchas de las heridas abiertas esta temporada. Nada más lejos de la realidad.
Quién sí estuvo muy por encima fue la afición. Bueno, parte de la afición. Inmensa labor de la Federación de Peñas que se vio recompensada con el premio a la mejor afición de Segunda. Destacable sobre todo en los tiempos que corren a orillas del Pisuerga. Y un día más, supieron dar la cara ante sus colores favoritos, animando desde dos horas antes de comenzar y durante todo el partido. Enhorabuena.
¿Y el equipo? Pues más de lo mismo. Nuevo bandazo de Alberto (en sólo tres jornadas) en busca del 11 que le convenza. Ante el Albacete le salvó la vieja guardia. Borja, Rubio y Óscar, que con Alberto en el banquillo, parecían pedir el regreso de García Calvo, Sisi, Víctor y Llorente para rememorar viejos grandes tiempos. Pero el Real Valladolid dista mucho de parecerse a aquel.
Lo mejor: el resultado. Dar carpetazo a una temporada nefasta y esperar el tan ansiado cambio de rumbo para la 16-17. Queda un mes de liga y todo el verano para reflexionar sobre los errores cometidos en ésta y anteriores temporadas, y aprender para no volver a cometerlos. Una continuidad de la política actual podría dar una estocada mortal a la, ya de por sí, maltrecha masa social. Señores del Real Valladolid, tomen nota. Dad la cara.
Por @AlbertoSelby
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